22 junio 2007

Cancha embarrada en La Matanza

Imagínese un equipo de Papi fútbol cuyos integrantes odian jugar juntos, pero están obligados a quedarse en el grupo. Nunca se pasan la pelota, no defienden bien el arco, sólo hacen jueguito, y siempre están expectantes a que el director técnico del barrio los convoque oficialmente para el cuadro local.
Imagínese ahora un partido político formado por personas que no quieren saber nada entre ellas, y se presentan individualmente como candidatos a intendentes de La Matanza. Los cinco aspirantes se autodenominan kirchneristas, y están atentos a las decisiones del DT. Todos ansían que el presidente los apoye en su sueño de gobernar el municipio más grande del país, con 2 millones de habitantes y 800 mil empadronados.

El plantel

características, es de ida y vuelta, va a Venezuela a defender la propuesta bolivariana y vuelve al país a ocupar su puesto como líder piquetero y funcionarioEl delantero por excelencia es goleador, pero también baja para recuperar la pelota, Jorge “Huevo” Ceballos tiene esas de Desarrollo Social de la Nación, junto a la hermana del presidente, Alicia Kirchner, titular de ese ministerio.
El mediocampista es todo un tema. Si bien muchos conocen sus capacidades como quitador de pelotas, pocos saben que puede gambetear. A Luís Rubén Ledesma le pasa algo parecido. Aunque en 1999 fue elegido como senador nacional, y es un íntimo de la dirigencia nacional -es asesor presidencial- no es tan reconocido a nivel popular.
Los dos líberos de este desarmado conjunto serían Luís D’Elía y José Alberto Samid, dos tipos de peso, murallas difíciles de pasar, los más mediáticos del grupo, que no tienen ningún tipo de reservas a la hora de poner pierna dura.
D’Elía se había convertido el año pasado en titular de la Subsecretaría de Tierras para el Hábitat Social y en una suerte de ariete del oficialismo encargado de obrar como frente de choque. Aunque fue separado de ese puesto, todavía se posa bajo el solcito del poder y señaló abiertamente que apoyará a Daniel Scioli como gobernador de la provincia de Buenos Aires. A pesar de que no se candidateó oficialmente, los afiches que tapizan las paredes del distrito lo descubren.
El matarife Alberto Samid, rey de la carne, ex menemista y actual adorador de la campaña de Kirchner, es capaz de poner el cuerpo para defender su arco. Jifero paria, ya que no es querido por los empresarios cárnicos, Samid se atreve a la política desde hace años y no se avergüenza de nada.
Fernando Espinoza, el actual intendente, iría al arco porque es el dueño de la pelota. Ejerce su cargo en reemplazo de Alberto Balestrini, quien ahora preside la Honorable Cámara de Diputados y lo apoya explícitamente. Esto es indirectamente un visto bueno de Kirchner. Por ahora, silencio stampa. Mientras tanto, lo único que esperan los pobladores de “la quinta provincia”, es no perder por goleada…otra vez.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Morey ninguno serio. ¿Por qué nos tenemos que conformar que la señora democracia permita a estos personajes? ¿Por qué siempre terminamos votando al menos malo o al que menos conocemos y nunca vamos contentos y convencidos? Yo propongo poner bombas...
Cariños!

Alejandro Moreyra dijo...

Gracias por dejar tu opinión,
Querido/a anarquista!