¡A la flauta!
La banda Jethro Tull, liderada por Ian Anderson, realizó una espectacular presentación el viernes en el Luna Park, en el marco de la gira
electroacústica en la que están visitando varios países de Latinoamérica.
El mítico estadio acogió aproximadamente a 3500 personas, mayoritariamente de edad superior a los cuarenta años, seguramente debido a que la banda se formó en 1968 y tuvo su punto más fuerte durante los años 70.
El conjunto integrado por Anderson en flauta y voz, Martin Barre en guitarra (únicos miembros originales), David Goodier en bajo, John O’Hara en teclados, Doane Perry en batería y la joven violinista Ann Marie Calhoun, demostró que el rock progresivo es mucho más que improvisaciones frugales.
El show se inició a las 22 cuando Ian Anderson y Martin Barre interpretaron solos “Algún día el Sol no va a brillar para ti”, canción presente en su primer álbum This Was. Entre las cautivantes músicas que se escucharon durante las casi dos horas de recital sonaron clásicos indiscutibles de la banda como Jack-in-the-Green, Living in the Past y Bouree, una adaptación de una melodía de Bach, y también temas de Anderson y Barre como solistas.

El mítico estadio acogió aproximadamente a 3500 personas, mayoritariamente de edad superior a los cuarenta años, seguramente debido a que la banda se formó en 1968 y tuvo su punto más fuerte durante los años 70.
El conjunto integrado por Anderson en flauta y voz, Martin Barre en guitarra (únicos miembros originales), David Goodier en bajo, John O’Hara en teclados, Doane Perry en batería y la joven violinista Ann Marie Calhoun, demostró que el rock progresivo es mucho más que improvisaciones frugales.
El show se inició a las 22 cuando Ian Anderson y Martin Barre interpretaron solos “Algún día el Sol no va a brillar para ti”, canción presente en su primer álbum This Was. Entre las cautivantes músicas que se escucharon durante las casi dos horas de recital sonaron clásicos indiscutibles de la banda como Jack-in-the-Green, Living in the Past y Bouree, una adaptación de una melodía de Bach, y también temas de Anderson y Barre como solistas.
Las más aplaudidas
Uno de los momento más aplaudidos fue la versión condensada en 11 minutos de Thick as a Brick, la cual fue revolucionaria en 1972 ya que era una placa que consistía en

El final fue lo más fuerte del espectáculo, ya que contó con las infaltables Aqualung (en una versión orquestal), Mi Dios, Budapest y cerró con toda la energía de Locomotive Breath.
Por otro lado, fueron remarcables las pantomimas y las intervenciones de Ian Anderson entre canciones, las cuales demostraron que además de ser un virtuoso flautista es un gran comediante.
He Dicho
A.M.